Tu, no sabes ni quien soy
tal vez recordarás, nos vimos hoy
yo, te he visto dibujar
de forma muy particular, números

oh, números

No sabes cuanto me encantan tus números
que sólo con mirarlos
paseo la lengua por los labios
para ponerlos húmedos

y no, no pienses mal
es para poder pronunciarlos mejor, 
como se merecen
para poder mimarlos, escucharlos, grabarlos 
reproducirlos y repetirlos una y otra vez
mirarlos del derecho y del revés
observarlos, analizarlos y comprenderlos
porque tal vez de esta manera te conoceré un poquito más
y me sentiré más cerca y conectado a ti

Alucino con tu seis, la gente pasando por delante
y siempre me pregunto ¿dónde estáis mirando?¿es que no lo veis?
si parece que al girar quisiera volver a empezar
y lograr de esta manera, una espiral 
que es la conexión universal

y no me diréis que ese cero no es perfecto
pues nadie sabe donde empieza, donde termina
el siempre fue el mejor creando el efecto
el efecto de vacío y de hechicero
ese siempre fue su deseo

y si existe alguien en contra de tu siete
sólo se me ocurre una palabra que decir
y nos es otra que vete
porque a un número retorcido y con bastón
se le ayuda a cruzar la calle 
y si hace falta se para la circulación 

y aunque le esté dando la espalda a tu cinco
nadie podrá nunca achacarle ningún pero
ya que es un número con instinto
una nariz con sobrero
la cual bebe vino tinto
como lo haría un señor caballero

y llegamos a ese punto 
en el que quería hablarte de tu dos
pues no estoy muy seguro
de si es un ocho a medias
el cual aún espera 
que algún mago lo convierta
sacándolo de la chistera
o si es una onda senoidal 
pero puesta en vertical
que como todas, vive a la carrera

y con estos que son tus números
sin saber que significa
sin conocer absolutamente nada de ellos
aquí estoy, aquí me tienes
admirándolos y deseando que tras ellos
exista alguna buena historia que nos haga vibrar
que nos haga soñar
llorar, reír, volar...
que nos haga sentir vivos